Soñar no cuesta nada, y es uno de los tratamientos de belleza y bienestar más poderosos que existen para mantenerse joven, con un aspecto sano, una piel radiante y la mente relajada.
Dormir, es sinónimo de belleza, si no… ¡qué le pregunten a la Bella Durmiente!
Para cuidar nuestra belleza no solo se deben utilizar tratamientos cosméticos, ir a centros de estética, hacer ejercicio o dietas. Un tratamiento efectivo que no cuesta dinero y en cambio es de gran valor es descansar, un sueño profundo y relajado nos aporta grandes beneficios no solo para la belleza también para nuestra salud.
Dormir es una función mucho más importante que un mero descanso, mientras duermes tu cuerpo trabaja para que estés radiante al despertar, la actividad celular de tu piel está al máximo, más del doble que durante el día, tus células se reparan, restablecen y se regeneran, por lo que dormir poco puede hacer que tu piel se vea cansada, seca y con evidentes signos de fatiga.
Dormir es el tratamiento de belleza más eficaz.
Ningún tratamiento facial te puede dar ese brillo, aspecto fresco y relajado que proporciona un sueño profundo y reparador.
Los beneficios de un buen descanso nocturno son muchos, entre ellos:
- Mejora nuestro humor, concentración y creatividad.
- Dormir sirve para descansar la vista, lo que hace evitar tener bolsas o las antiestéticas ojeras.
- La falta de sueño también repercute en el cabello, dormir mal favorece la aparición de grasa en el pelo.
- Si tienes un sueño reparador, tu rostro, piel y mirada lucirán más bellas y luminosas y por supuesto tu aspecto en general lo agradecerá.
Debemos considerar las características individuales de cada individuo, porque cada persona necesita unas horas de sueño en función de su estilo de vida y edad.
Para sentirte descansada, llena de vitalidad, energía y bella al despertar descansa pero… un descanso de calidad no de cantidad.
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